Empecé esta lista como veinteañero y la termino como treintañero. Vamos con ello y al menos termino antes de marzo.
Deerhunter - Rainwater Cassette Exchange EP
Un EP para comenzar esta última y quinta entrega y además de alguien ya presente antes en la lista. Y es que lo de Bradford Cox no tiene nombre.
Lo lógico después de publicar un discazo como Microcastle es guardarte los buenos temas que tengas en el tintero y, si quieres, publicar un álbum en solitario si hay sed de disco. Cox ha publicado ese disco (Logos, en la primera entrega de este repaso), pero además junto a su banda ha parido estas cinco nuevas canciones que hubiesen sido los cinco mejores momentos de otros discos de tantos y tantos grupos. Que nadie piense en descartes, hay nivelazo e incluso ganas de no repetirse, haciendo de este Rainwater Cassette Exchange uno de los 15 minutos más sólidos y disfrutables de 2009. Ya lo dije al hablar de Logos y no me canso de repetirlo: a Deerhunter solo podemos exigirles un tercer álbum soberbio.
Grizzly Bear - Veckatimest
Si valorásemos el trabajo de Grizzly Bear solo por su influencia y repercusión sería justo decir que, con solo dos trabajos, su folk pastoral del siglo XXI ya está creando escuela (prueben a escuchar el último disco de The Morning Benders sin ir más lejos). Pero repercusiones aparte (a veces tan nefastas), lo cierto es que Veckatimest confirma a Grizzly Bear como una de las bandas del momento, no solo recuperando ese folk setentero que tan bien practicaron Fleet Foxes el año pasado, sino modernizándolo y adaptándolo a nuestros tiempos con una producción impecable, ambiciosa y, quizás, un poco abrumadora en algunos momentos. Soy de los que piensan que la fórmula todavía se puede pulir y mejorar, pero es dificil no rendirse ante un trabajo de semejantes dimensiones (para bien).
Richard Hawley - Truelove's Gutter
He de admitir que esto es un cambio de última hora. Es lo que tiene tirarse dos meses con una lista de 25 discos. Por supuesto, tampoco voy a tener el mal gusto de afirmar quién es el agraviado (o agraviada, ejem), así que centrémonos en Hawley.
Si he incluido finalmente este Truelove's Gutter en la lista se debe a un redescubrimiento reciente, al conciertazo que ofreció hace un par de semanas en Madrid (una noche de esas realmente impecables que se ven tan de tarde en tarde) y al absoluto (y solitario) convencimiento de que este álbum supera a sus dos celebrados discos anteriores. Probablemente en un unos días recupere la cordura, pero ahora mismo me quedo con la sobriedad y oscuridad de este disco antes que con el romanticismo orquestado de los dos anteriores. Coles Corner y Lady's Bridge son dos álbumes que disfruté como el que más, pero el placer de reconciliarme con un disco que solo supe disfrutar de una forma muy superficial es algo que siempre agradezco más.
Truelove's Gutter son ocho canciones de una elegancia exquisita, ricas es matices y detalles a descubrir con las repetidas escuchas, que confirman a Hawley como el gran crooner que necesitaba la escena indie.
The XX - XX
Hagan la prueba. Busquen por ahí algún playlist de canciones de 2009 y observen como, pasados unos minutos, todo parece sonar igual. La década termina con un puñado de discos en los que a veces destacan producciones cada vez más exuberantes y electrónicas que en algunas ocasiones esconden unas composiciones más bien pobres y que en otras no dejan respirar temas que quizás no necesitaban ropajes tan lujosos. En ocasiones, es incluso dificil diferenciar unos casos de otros. No he terminado de tener claro si no comparto el entusiasmo por el último disco de Phoenix porque veo menos estribillos y temazos que en su anterior entrega o si es que su sonido me da mucha pereza como para reescuchar el disco. Algo parecido me ocurre con lo último de Yeah Yeah Yeahs y Franz Ferdinand, por citar otro par entre muchos otros.
Afortunadamente, aquí están los jovencísimos The XX, una de las pocas referencias británicas de esta lista, con un disco repleto de canciones notables (o mayúsculas) sin disfraces de ningún tipo. Hay que tener mucha confianza para publicar un primer disco de tempo tan lento y tan desnudo de elementos supletorios con este XX, pero la banda londinense consigue salir triunfante con un puñado de canciones que recogen influencias estilísticas de todo tipo y que dejan apreciar, como pocos discos de 2009, cómo se construyen con unos pocos punteos, cajas de ritmo, algún teclado y un par de voces un puñado de canciones redondas. Una delicia.
The Flaming Lips - Embryonic
Insistir en lo grandes que han sido (y que son) The Flaming Lips sería absolutamente redundante e innecesario. Comentar cómo parecía que el brillo de su genio y talento parecía ir apagándose poco a poco quizás sí es algo necesario de recordar antes de hablar de este excelente Embryonic. Y no es que la banda de Wayne Coyne haya parecido decadente en algún momento, pero de un tiempo a esta parte parecía estar mas interesada en otro tipo de proyectos alternativos (y no digo que esto tenga nada de malo) que en lo estrictamente musical, donde parecía que no tenían nada nuevo que ofrecer más allá de una repetición de las fórmulas e ideas (cada vez más diluidas) del gran The Soft Bulletin con el que terminaron los 90.
Pero contra todo pronóstico, y después de casi 3 décadas de carrera, la banda ha apostado por arrojarse una vez más al vacío, recuperar su vena más experimental, y publicar nada menos que un disco doble donde prescinden de las melodías de sus últimos trabajos y apuestan por un trabajo árido, áspero y poco accesible.
Con todo, Embryonic sale triunfante de semejante reto, el grupo recupera la sensación de viaje psicodélico de la época pre-Soft Bulletin y consigue encajar todas las piezas de un disco dificil que lo mismo apunta al rock progresivo de Pink Floyd que lo hace al jazz de Miles Davis.
Puede que Animal Collective ocupe ahora el lugar que ocupaban los Lips hace unos años, pero habrá que ver si los de Merriweather Post Pavilion ocupan dentro de 20 el lugar que ocupan hoy los de Wayne Coyne. Tan grandes y necesarios como siempre.
Extra!! Extra!! - Un disco de 2008:
Crystal Stilts - Alight Of Night y Love is a Wave
Y un single de 2009. De hecho, el disco estuve a punto de incluirlo en el Top 25 dado que ha sido publicado en UK en ese año, pero mejor lo dejo aquí para dejar constancia de que Alight of the Night hubiese entrado en mi lista de 2008 de haberlo escuchado en su momento.
En cuanto al disco en sí, decir que es revival en estado puro. El que busque novedades o "música de 2009" no la va a encontrar aquí, pero tampoco lo va a hacer en el disco de The Pains of Being Pure at Heart y a nadie le ha importado. Lo que sí va a encontrar es un buen lote de canciones cojonudas donde Crystal Stilts saben copiar muy bien a los grupos post-punk y shoegaze de los 80. Para rematar, ya en 2009 han publicado el single Love is Wave, un hitazo que es una de mis canciones favoritas del año y quizás su mejor tema hasta el momento, al que acompaña la cara B Sugarbaby, donde parecen haber resucitado a los mejores The Doors.
Y con un disco de revival de 2008, cierro esta lista de lo mejor de 2009.
La lista completa para quién no quiera leer sandeces la encontrarán en los comentarios.
Un snack sonoro de todo lo anterior:
Mis 25 discos de 2009 (5/5)
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Mis 25 discos de 2009 (4/5)
¡A este ritmo termino en marzo!
Dinosaur Jr. - Farm
Cuando una banda mítica ya separada decide regresar para ofrecer una serie de conciertos es natural que todos sospechemos y nos temamos lo peor. Cuando una banda mítica ya separada decide, además, publicar un disco, lo más fácil es entonar el "sálvese quién pueda". Cuando una banda mítica ya separada decide regresar, ofrecer una serie de conciertos, y publicar un álbum como Beyond, lo mejor que puedes hacer es comerte tus palabras y disfrutar el disco. Y cuando una banda ya separada decide regresar para ofrecer una serie de conciertos, publicar un buen disco, y de paso reactivar su carrera y publicar otro álbum, este Farm, lo mejor es rendirse a la evidencia. Dinosaur Jr. ha publicado un disco que puede mirar frente a frente a sus grandes obras de finales de los 80, siendo fieles a sí mismos pero sin fotocopiarse. Uno de los mejores discos de rock de este pasado 2009.
Built To Spill - There Is No Enemy
Nunca comprenderé qué le falta a Built to Spill para terminar de conquistar el favor de públicos algo más amplios. Publican un discazo tras otro y nadie parece enterarse. No sé si es porque no hacen algo realmente revolucionario u original, si es que lo suyo no está de moda o si a veces conviene publicar un mal disco para que la gente preste atención al próximo por una simple cuestión de morbo.
There is No Enemy no es, desde luego, ese mal disco, y ni siquiera baja el listón en una discografía realmente impoluta. La banda sigue dejando entrever algunos nuevos caminos (cada vez tienen un mayor gusto por los medios tiempos y los temas largos) pero sus constantes siguen presentes: pocos dominan tan bien las guitarras y con tan buen gusto para ponerlas al servicio de unas canciones tan redondas.
Japandroids - Post-Nothing
Esto es un trallazo de rock sucio y ruidoso para aquellos que se quedaron con ganas de más después del Nouns de No Age y cuyo Losing Feeling EP no ha terminado de llenarles. El EP de estos últimos dejaba un par de temazos y algunas dudas, pero con debuts como este Post-Nothing hay poco de qué preocuparse. El noise-rock vive una segunda juventud en manos de jovenes bandas debutantes y temazos como Young Hearts Spark Fire no solo son buenos argumentos para despejar las dudas de los mas recelosos, sino que hacen absurdo cualquier debate sobre si esto es o no es revival.
The Horrors - Primary Colours
Todavía no tengo del todo claro si The Horrors han hecho un disco tan bueno como este o si el milagro se debe a la excelente labor de Geoff Barrow de Portishead, que ha producido el disco y cuya mano se nota especialmente en cortes como Sea Within a Sea.
Pero en cualquier caso, e independientemente de si todo es un espejismo, The Horrors un grupo prefabricado o su próximo álbum una mierda, lo verdaderamente cierto es que en este Primary Colours no escasean los aciertos ni los elementos de enganche. Las canciones están a la altura, tanto en los momentos más directos como en los más densos, el conjunto es sólido, el sonido shoegaze y los retazos krautrockeros dan el pego de sobra y la producción es especialmente brillante.
Si me han engañado, esta es la mejor mentira de 2009.
Lightning Bolt - Earthly Delights
Y esto es una salvajada. Otro duo liándola parda, solo que estos hacen parecer al disco de Japandroids algo así como música para ascensores. Reconozco que desconocía el trabajo de Lightning Bolt hasta este 2009, por lo que me perdí en su momento el muy aclamado Hypermagic Mountain. Este Earthly Delights ha pasado quizás un poco más desapercibido, pero desde luego Lightning Bolt no bajan en absoluto la guardia (si es que no se superan) respecto a aquel disco, siguen sonando contundentes y salvajes, como si utilizasen trituradoras en lugar de guitarras (mientras escribo esto reescucho Transmissionary) y siguen demostrando que se puede seguir explorando el ruido sin perder el rumbo ni la capacidad para epatar.
Extra!! Extra!! - Otra debilidad personal:
Young Fresh Fellows - I Don't Think This is
Un disco "intrascendente" que he disfrutado horrores en la recta final del año, tanto en su versión original "I Think This is" como en este "I Don't Think This is" que ha publicado Munster Records en España y que contiene tres temas distintos (entre ellos, una versión supermolona de la no muy conocida Gotta Get Away de los Rolling Stones).
Imperdonable por mi parte no haber prestado antes la merecida atención al proyecto principal de Scott McCaughey (que también ha publicado discos este año con los Minus 5 y con Robyn Hitchcock, que además produce este álbum), que regresa después de 8 años de inactividad discográfica y lo hace con un trabajo notable y a la altura de las circunstancias. Media hora que parecen poco mas de 5 minutos donde caben mas de una docena de temas en los que hay power pop, garaje, algo de psicodelia, algún ramalazo punk e incluso algún medio tiempo para despejar la cara de velocidad. Todo de la mejor factura, divertido y entretenidísimo, sin posibilidad alguna para el aburrimiento.
Puede que este no sea un disco "importante", pero si usted no es capaz de disfrutar un disco como este yo tampoco puedo fiarme de alguien como usted.
Un snack sonoro de todo lo anterior:
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Mis 25 discos de 2009 (3/5)
Cohete - Cohete
Y éste es el único album nacional presente en este Top 25. El debut en formato album de Cohete no es solo una de las grandes sorpresas del año pasado, sino un trabajo realmente sólido que se puede codear de tú a tú con lo último que haya publicado cualquier banda o artista indie de nuestro país sin problema alguno.
Cohete recoge, como ya se ha comentado en mil sitios, influencias de lo mas variopintas, desde bandas como XTC a su referente patrio mas claro, Patrullero Mancuso, pasando por sonidos típicamente nuevaoleros (esos vientos) o tan clásicos como los del mejor pop de los 60. Pero lo mejor de todo es que al final a lo que de verdad suenan es a Cohete, y los reconocerás por sus enrevesadas y laberínticas melodías (pero sorprendentemente accesibles), sus ingeniosas y divertidas letras y esos vientos que les sientan como un guante a las canciones.
Encima es un grupo que se hace querer: sus videos, la portada del disco, ellos mismos en sus entrevistas o el hecho de que te regalen pegatinas en la entrada de sus conciertos son buenos motivos para amarlos.
No pretendo disimularlo, adoro a Cohete. Y usted también lo hará después de escuchar su disco.
STOP!! STOP!! Otros discos nacionales que me han gustado:
Fuera de lista, pero altamente recomendables. El perro es mío de Francisco Nixon (un tipo que siempre brilla en cualquiera de sus proyectos musicales e incluso extramusicales), Exposición permanente de AMA (que ha pasado muy injustamente desapercibido), Chill Out de Joe Crepúsculo (pese a ser claramente inferior a Supercrepus), El primero era mejor de Manos de topo (que en realidad no es peor que el primero, sino simplemente menos sorprendente), La fortaleza de la soledad de Parade (algún día Altonio Galvañ se retirará y recibirá todo el reconocimiento que se le está negando todos estos años) y Humildad trascendental de los siempre controvertidos Tarántula.
Y terminado este stop nacional, seguimos.
The Pains Of Being Pure At Heart - The Pains Of Being Pure At Heart y Higher Than the Sun EP
Cuando un disco que fácilmente podría ser calificado de revival (y nadie dice que no lo sea) se cuela en todas las listas habidas y por haber algo tendrá. Las dudas se disipan con una escucha. The Pains of Being Pure at Heart derrochan talento a borbotones y toda la energía de los grupos a los que homenajean/plagian/copian (escoja usted su adjetivo favorito), casi que cualquiera de sus diez cortes podría escogerse como single y además de esas guitarras shoegaze tan logradas tampoco descuidan las letras.
Puede que la fórmula se agote pronto y en un par de discos mas todos estemos aburridos del chiste, pero conviene no despreciar ahora un trabajo con canciones tan redondas, a las que además han sumado, este mismo año, el muy notable EP Higher Than the Sun. De momento, el listón sigue alto.
Girls - Album
Un álbum lo-fi con canciones tan buenas que casi ni te das cuenta de la pobreza de los medios ni de la no muy brillante producción. Quizás Album no sea el título más adecuado para un trabajo donde las canciones no apuntan en una dirección concreta sin tener muy claro el rumbo, pero si algo no esconden estas es que el debutante Christopher Owens se conoce al dedillo la biblia del pop de las últimas décadas. Así, la falta de definición se suple con la variedad de las canciones y la capacidad de sorpresa. Dice Owens que, en realidad, tiene canciones compuestas para grabar nosecuantos álbumes mas y que simplemente estas fueron las primeras. Si las siguiente mantienen el nivel creo que hay Girls para rato.
The Drums - "Summertime!" Ep
En un mundo perfecto las canciones del verano no serían horteras ni las cantaría King Africa, y mas bien serían como las de este soleado y veraniego EP. O como cualquier otra que hubiese salido del manual de estilo que han usado los debutantes The Drums, algo así como los Beach Boys haciendo post-punk o exotismo subrayado por demoledoras líneas de bajo. Seis canciones, en fin, que hacen de "Summertime!" una promesa de algo grande que debería llegar este 2010.
Que no defrauden.
Yo La Tengo - Popular Songs
Y si los tres grupos anteriores acaban decepcionando con sus próximas entregas siempre nos quedará la veteranía de Yo La Tengo, que con este Popular Songs siguen mostrándose infalibles e intratables. En esta ocasión, con un álbum casualmente luminoso donde siguen haciendo lo que les da la gana.
Esta vez tocan canciones breves, inmediatas y bonitas, donde el grupo juega con distintos estilos y arreglos para después colarnos tres bombazos experimentales y dejar claro que ellos se pueden permitir esos lujos y salir triunfantes.
Porque son Yo La Tengo, y ya hace muchos años que eso es sínonimo de sello de calidad.
Extra!! Extra!! - El hype nacional:
La Bien Querida - Romancero
Sorprende que es una escena tan pequeña como es la de nuestro indie patrio se haya instalado un fénomeno como el hype, pero de un tiempo a esta parte no es raro que el disco de algún nuevo grupo o artista español esté en boca de todos con las consiguientes (e impredecibles) consecuencias.
Romancero es el mejor disco español de 2009 según publicaciones como Rockdelux o Mondosonoro. Y también un zurullo infumable según algunos bloggers y aficionados. ¿Hay para tanto? ¿y para tan poco?.
Permítanme discrepar. A los primeros les diré que yo no termino de encontrar las razones y virtudes que supuéstamente atesora el debut de Ana Fernández-Villaverde para catapultarlo tan arriba. Entiendo que algunos vean en Romancero una respuesta mas autóctona y personal a los discos de esa legión de artistas folk que cantan en inglés y encabeza Russian Red, pero eso no justifica la sobrevaloración de unas letras que no pasan de correctas y que yo veo ampliamente superadas por las de muchas otras bandas nacionales en este mismo año. Tampoco veo que la propuesta sea tan original, y la voz, medio Jeanette, medio madre cantando una nana a su niño, es un truco ya utilizado por muchas otras cantantes indies desde (y muy especialmente) los 90.
En cuanto a los que prefieren clasificar este álbum en el contenedor mas cercano, les diré que a mí, con todas mis reservas, De repente abril me parece un temazo, 9.6 y su polémica producción un hitazo (de los que no sobran por estos lares, por cierto) y el disco, en general, razonablemente disfrutable.
Consecuencias de un hype, en fin, que lamentablemente no tardaremos en repetir con algún nuevo artista o grupo nacional. ¿De verdad es necesario?
Un snack sonoro de todo lo anterior:
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Mis 25 discos de 2009 (2/5)
Bill Callahan - Sometimes I Wish We Were an Eagle
La mayoría de los grupos y artistas publican sus obras maestras en sus primeros años de carrera para después o bien mantener un nivel digno y a la altura de su nombre, o bien ir hundiéndose poco a poco en el fango disco a disco. Luego hay otros pocos como Bill Callahan, de los que sabes que en cualquier momento pueden publicar una obra maestra a la altura de otras obras como Knock Knock o Red Apple Falls. Por supuesto, Sometimes I Wish We Were an Eagle no es como aquellos discos entre otras muchas cosas porque han pasado 10 años y Callahan ni siquiera es ya (Smog), pero la maestría a la hora de componer letras sigue presente aquí. También su irresistible voz de barítono, el talento compositivo, las sugerentes metáforas y, además, unos arreglos orquestales que logran algo tan difícil como no echar de menos la voz de Callahan cuando éste calla. Muy grande.
Eels - Hombre Lobo: 12 Songs of Desire
E o Mark Oliver Everett es un tipo que siempre me ha caído francamente bien. Y también es un tipo que, filias aparte, rara vez consigue decepcionar. Por eso mismo me cabreo bastante cuando leo alguna reseña ventilándose este Hombre Lobo (sí, el lo fue antes que Shakira, aullidos incluidos) como un álbum menor por el simple hecho de carecer de la ambición de Blinking Lights and Other Revelations o los pequeños retazos experimentales de sus primeros discos. Llámenlo disco conservador si quieren, pero en lo compositivo Mr. E no baja la guardia, entrega un poco de todo no dejando lugar a la monotonía (hay pop, hay rock, hay temas tan divertidos como el single Fresh Blood) y sobre todo confirma que se mueve cada vez mejor en su papel de singer/songwriter entregando algunos de los mejores medios tiempos de su carrera.
Y además, tiene una de mis portadas favoritas del año.
Steve Earle - Townes
El álbum de versiones. Sin duda alguna, el patito feo de los discos de estudio, tantas veces calificado de patillesco y, por qué no decirlo, tantas veces tan innecesario. Probablemente por alguno de estos motivos no se haya prestado toda la atención que merecería la notabilísima revisión del legado del ya mítico Townes Van Zandt que ha osado afrontar uno de sus alumnos más aventajados. Pero donde tantos otros hubiesen fracasado miserablemente Earle consigue triunfar, afrontando algunos riesgos extra (ahí está la guitarra de Tom Morello en Lungs) y llevándo a su terreno, y a la vez respetando, la esencia de un cancionero sobresaliente que sólo los grandes pueden manejar.
The Clientele - Bonfires On The Heath
Creo que cualquier disco de The Clientele podría haber estado en cualquier lista de sus respectivos años. Bonfires On The Heath está aquí porque parece que nadie se ha enterado de su publicación y, sobre todo, porque lo merece. Seguramente no es el álbum mas adecuado en estos tiempos de "canción de la semana" dada la ausencia de singles claros (aunque sorpresas no faltan, como las reminiscencias del Forever Changes de Love en I Know I Will See Your Face, que los convierte en los Calexico británicos), pero si algo tampoco hay son baches o momentos discutibles. Bonfires On The Heath es un precioso y cálido disco otoñal al que el adjetivo "bonito" se le queda corto. Y una excelente forma de acabar la década para uno de los grupos que mejor nos han acompañado en ésta.
The Leisure Society - The Sleeper
No me he atrevido a definir lo último de The Clientele como "disco bonito del año" porque aquí hay otro duro rival a batir. The Leisure Society, debutantes pero también ingleses y manejando ingredientes similares (esa irresistible mezcla entre folk inglés y pop que nunca parece agotarse) son con este The Sleeper una de las sorpresas mas agradables y menos ruidosas de este 2009. Entre sus señas de identidad ciertos ramalazos de folk americano setentero (como Fleet Foxes pero mucho mas sutil y personal) y unos arreglos que no parecen de una banda novel.
Extra!! Extra!! - Una debilidad personal:
The Kingsbury Manx - Ascenseur Ouvert!
Y con este Acenseur Ouvert! completo un trío de ases para aquellos a los que les espanten los discos de la entrada anterior, adoren el pop más acústico y reposado, y ya hayan escuchado lo último (y algo mas flojo de lo esperado, por cierto) de Kings of Convenience. El nuevo trabajo de estos americanos no es mejor que el de los noruegos y también se ha hecho esperar (el recomendabilísimo The Fast Rise and Fall of the South data de 2005), pero desde luego, ha pasado infinitamente más desapercibido.
Una debilidad personal que usted también debería escuchar.
Con esto les dejo hasta la próxima entrega. Un adelanto: entre los cinco siguientes, el único disco nacional de 2009 de esta lista.
Un snack sonoro de todo lo anterior:
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Mis 25 discos de 2009 (1/5)
¿Por qué ahora? ¿por qué a casi mediados de enero? ¿Y por qué debería dar explicaciones? Después de todo, esto no deja de ser una lista absolutamente personal que acabaré repasando dentro de un tiempo y que no aporta gran cosa a las miles de listas que se han publicado en la red y que tampoco vienen a ser mucho mas relevantes. Por otro lado, ¿no sería mas lógico hacer los repasos del año cuando estos ya han acabado y se ha dejado pasar algo de tiempo?.
En cuanto a la lista en sí, este año he decidido dividirla en cinco entradas distintas para no dejarlo todo tan ramplón como el pasado y que no me de demasiada pereza comentar algo breve de cada disco. En cada una de estas incluiré cinco discos de estos 25 (que en realidad son mas, pues de algunos grupos incluyo album y EP) y uno extra al final que no he incluido en la lista y del que quiero decir algo por algún motivo. Por supuesto, no hay orden alguno, ni siquiera alfabético, y mezclo albumes nacionales e internacionales.
Vamos con los cinco primeros, cinco elecciones probablemente bastante obvias, pero que me han acompañado horas y horas durantes este 2009. Ya habrá momento para elecciones mas personales.
Animal Collective - Merriweather Post Pavillion y Fall Be Kind
Guste mas o guste menos, 2009 ha sido sin lugar a dudas el año de Animal Collective, que con Merriweather Post Pavillion ha ocupado los primeros puestos de todas las listas habidas y por haber, y con el que han conseguido cautivar definitivamente a la gran masa de aficionados a los que sus discos anteriores se les hacían demasiado cuesta arriba.
Lo comento el primero precisamente para quitármelo de encima el primero, pero no deja de sorprenderme que, al contrario de lo que suele ocurrir, Animal Collective lo hayan conseguido con su disco mas accesible y "comercial", cuando es tan habitual por parte de crítica y público valorar mejor los huesos duros de roer. Además, es un album luminoso y alegre, que cierra una década en la que han gustado demasiado los discos tristes, depresivos y oscuros.
Y para rematar, han terminado el año con el también sobresaliente Fall Be Kind EP, otras 5 grandes canciones, muy en la línea de su último trabajo, para cerrar 2009 y la década en la cumbre.
Dan Deacon - Bromst
Afortundamente, no son los únicos chalados de Baltimore. Bromst de Dan Deacon es otra ración de esa enloquecida y divertidísima fórmula sonora capaz de enloquecer al menos entrenado y de noquear y epatar al oyente mas entregado. Un caramelo muy picante que disfrutarán horrores aquellos que se hayan rendido ante el colectivo animal.
Atlas Sound - Logos
Logos es un paso de gigante para Bradford Cox. Si el debut de Atlas Sound parecía un interesante entretenimiento con el que matar los tiempos muertos que le dejaba Deerhunter, en Logos los esbozos y experimentos sonoros dejan paso a canciones en toda regla, colocando sus colaboraciones con Panda Bear y Laetitia Sadier en todas las listas de canciones del año y ensombreciendo otras pequeñas joyas como Shelia, Criminals o la homónima Logos. Si esto es lo que Cox es capaz de hacer en solitario, solo podemos esperar algo enorme del próximo album de Deerhunter.
Dirty Projectors - Bitte Orca
Desconocía a Dirty Projectors hasta este año, pero Bitte Orca es probablemente el disco que mas lentamente me ha embaucado en este 2009. La primera escucha desconcierta, y la extraña mezcla de melodías, instrumentos, voces y ritmos hacen dudar. Te quedas con una o dos canciones. Lo vuelves a escuchar y sumas otro par. Y así hasta que el caos inicial se transforma en un extraño disco pop donde, sorprendentemente, todo parece estar en su sitio. Un disco tan dificil como hermoso.
Fuck Buttons - Tarot Sport
Por último, Fuck Buttons son, al igual que el año pasado, la única referencia puramente electrónica de mi lista. Estuve por obviarlos por ese mismo motivo, pero en Tarot Sport superan los logros de su ya notable debut. Reducen quizás la ración de drones, pero no solo no pierden pegada, sino que logran resultar mas accesibles y rubricar un album que suena poderoso y colosal.
Y aquí lo dejo de momento. En la próxima entrega nos olvidamos de experimentos.
Extra Extra!! - Un disco que no me ha entusiasmado tanto como a los demás.
The Antlers - Hospice
No es una elección muy original la de los 5 discos anteriores pues están en casi todas las listas de lo mejor del año que se han publicado por ahí. Tampoco hubiese sido muy original incluir este Hospice, del que se ha llegado a hablar como de uno de los discos de la década, solo que en este caso discrepo profundamente.
No me parece en absoluto un mal disco, y le reconozco muchos momentos disfrutables (especialmente los mas calmados y reposados, deudores probablemente del "For Emma, For Ever Ago" de Bon Iver, un album que quizás sí debí incluir en mi lista del año pasado y que un año después no ha perdido ni una pizca de su emotividad y calidez invernal), pero el dramatismo y el horror de la historia que cuenta me parece impostado y artificial, y creo que los trucos que manejan los hemos visto demasiadas veces en esta década pasada. Los subidones y bajones, los gorgoritos, el epílogo acústico rescatando algún pasaje anterior... Lo mejor de Hospice es que a pesar de todos los tópicos consigue no naufragar, un logro un tanto dudoso de un grupo que, de seguir este camino, corre el riesgo de estrellarse estrepitosamente. Y un disco que debería cerrar, de una vez por todas, una década demasiado plagada de lloros y lamentos como forma de simular talento.
Un aperitivo sonoro de todo lo anterior:
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¿Walter Bishop o Brian Wilson?
Nunca había hablado por aquí de Fringe entre otras cosas porque en realidad no he hablado de casi nada en este blog. Baste decir que me parece una de las series mas infravaloradas y vilipendiadas de la pasada temporada por esa clase de personas que lo resuelven todo con un "todos los episodios son iguales" (por lo que deberiamos cargarnos toda serie de episodios autoconclusivos sin mirar nada más) o un "esto es como Expediente X" (lo que confirma que o bien han visto un par de episodios, o no se han enterado de nada, o creen que el resto de series que ven son el colmo de la originalidad y carecen de referentes previos). Pero no es de la serie en sí de lo que quiero hablar, sino de uno de sus protagonistas: el doctor Walter Bishop.
Que el personaje interpretado por John Noble es una de las grandes virtudes de la serie es algo que no se le escapa ni a sus detractores, y que nos encontramos ante el clásico "mad doctor" visto tantas veces antes es evidente.
Bueno, o no visto tantas veces antes. Walter Bishop puede ser un ciéntifico chiflado, pero sin unas características propias que le alejen del clásico arquetipo dificilmente podría haber alcanzado una personalidad propia que le hiciese tan carismático y divertido. Pero aún así, siempre me ha sorprendido lo extrañamente familiar que me resultaba el personaje hasta que hace unos días, escuchando música, descubrí a quién me recordaba realmente. Y no, no se trataba de otro personaje de ficción, sino del mismísimo Brian Wilson, lider de los Beach Boys, compositor chiflado donde los haya y superviviente nato.
¿Estoy diciendo, por tanto, que el personaje de Walter Bishop está inspirado en Brian Wilson? Realmente no, pués ya hemos comentado que en el fondo estamos hablando de un rol, el del científico loco, que ya hemos visto muchas veces antes. Pero sí que me he permitido el lujo de ponerme en modo conspiranoico y divertirme buscando paralelismos imposibles y coincidencias de todo tipo. No hay que olvidar que ayuda bastante el buen gusto de la factoría J.J. Abrams a la hora de introducir toda clase de guiños culturales en sus series incluyendo, lógicamente, muchos refentes a la música pop de las últimas décadas. Así que si me lo permiten, pasemos a enumerar estos paralelismos y juzguen ustedes mismos si existe alguna pequeña posibilidad de que entre los creadores y guionistas de Fringe haya fans de Brian Wilson y su obra dispuestos a introducir alguna de sus características en uno de sus personajes.
- El primer parecido entre Brian Wilson y Walter Bishop salta a la vista si uno está al tanto del estado mental actual del ex-líder de los Beach Boys y especialmente si ha visto el documental "Beautiful Dreamer: Brian Wilson and The Story of Smile" (o algún otro documento similar). En este, y a pesar de ofrecer una visión simpática y amable del creador de Pet Sounds, se refleja como la lucidez y cordura de Wilson se deja ver solo en momentos contados de inspiración que el resto de su troupe (los Wondermints y Van Dyke Parks) deben aprovechar para sacar adelante la grabación definitiva de Smile, mientras que el resto del tiempo es un continuo desfile de cambios de humor repentinos, incapacidad para recordar cosas, actitudes infántiles y arranques de inseguridad y mal humor. Es decir, nos encontramos ante un genio envejecido y medio senil cuya genialidad solo sale a la luz en momentos contados dentro de un desfile de reacciones impredecibles. La descripción encaja a la perfección con la personalidad de Walter Bishop en Fringe, pero desde luego hay que verlo con los propios ojos para confirmar que el parecido es mas que razonable. A todo esto hay que sumar que antes de llegar a este estado Brian Wilson se sometió a todo tipo de terapias psiquiátricas e ingresos en residencias mentales del mismo modo que Bishop permaneció 17 años en el hospital St. Claire's.
- Por si todo lo anterior fuese poco, tanto Wilson como Bishop tienen cuentas que saldar con el pasado. Si el primero se ve en la situación de terminar Smile casi 4 décadas después de haberlo comenzado, recuperando todo tipo de grabaciones, documentos y haciendo un buen ejercicio de memoria pese a sus carencias mentales, a Bishop le ocurre otro tanto a la hora de recuperar toda clase de experimentos, terapias y cacharros varios muchas veces no terminados en su día. No es dificil encontrar en Fringe decenas de momentos en los que ver a Walter afirmando que tiene que terminar algo que dejó a medias en el pasado.
- LSD. No es un detalle de muchas importancia, pero tanto Brian Wilson como Walter Bishop (como comenta por ejemplo en el último episodio de la primera temporada) experimentaron con esta droga antes de acabar como regaderas.
- Otro dato no muy relevante, pero curioso. Walter Bishop, a pesar de que resulta mas facil imaginarle encerrado en un laboratorio, tiene una casa en la playa.
- Vacas. Lo primero que viene a la mente es que Walter Bishop tiene una vaca en el laboratorio un poco porque sí, y que Brian Wilson es el autor del instrumental Mr.s O'Leary's Cow. Una curiosidad similar a las dos anteriores pero que tiene mas miga de lo que parece.
La vaca de la señora O'Leary es, según la leyenda, la que inició el gran incendio que asoló Chicago en 1871, de ahí que este instrumental se conociese originalmente como Fire. Pero esto tiene una relevancia aún mayor si recordamos que este corte es el que supuso el fin definitivo de Smile en 1967. Dejando al margen la pretensión de Wilson para que sus músicos grabasen vestidos de bomberos, lo cierto es que la coincidencia en el tiempo de unos incendios en California supuso que Brian creyese que él era responsable de estos por culpa de su canción y que esto le llevase a tirar al fondo de una piscina la cinta donde había grabado el tema. Después de esto, Smile permanecería en el limbo 37 años y Brian Wilson nunca volvería a ser una persona cuerda.
Si volvemos a Walter Bishop, conviene recordar qué es exactamente lo que supuso su ingreso en St. Claire's: un incendio en su laboratorio que supuso la muerte de su ayudante y del que se le responsabilizó a él. Es decir, que tanto en el caso de Wilson como en el de Bishop el fuego y los incendios supusieron el final de sus actividades y el comienzo de su descenso a los infiernos del psiquiátrico.
En 2004 Brian Wilson fué capaz de regresar a Smile y grabar de nuevo Fire, esta vez titulada definitivamente Mrs. O'Leary's Cow, y en su regreso a su laboratorio, Walter Bishop pide, en lugar de una ayudante, una vaca que le haga compañía. Y es que, donde esté una vaca que se quite cualquier terapia.
Por cierto, la vaca de Walter Bishop se llama Gene, seguramente por "genetics" como bien cuenta la Fringepedia. Esto no tiene por tanto ninguna relación con Brian Wilson, aunque casualmente sí que hay un Gene en la vida de Wilson: Eugene Landy, su psicólogo personal y con quién su relación fué tan estrecha que tiene espacio incluso en la Wikipedia.
- Seguramente a estas alturas ya os habreis dado cuenta, pero las iniciales de Walter Bishop y Brian Wilson son las mismas pero al revés. WB y BW.
- Walter Bishop sabe tocar el piano. Esto es algo que vemos de forma fugaz en el tercer episodio de Fringe, The Ghost Network, y creo que no hace falta recordar que es el instrumento favorito de Brian Wilson, el que toca en los directos y con el que normalmente compone música. Tampoco conviene olvidar que el piano se queda en el laboratorio de Bishop y vuelve a aparecer en The Equation. Además, descubrimos que Walter llevó a su hijo Peter de pequeño a dar clases de piano y que este sabe tocar estupendamente.
Venga, una última curiosidad para rizar el rizo. Al final de The Ghost Network Peter toca al piano Someone to Watch Over Me para Olivia, lo que provoca un gran interés y atención por parte de Walter. Que yo sepa Brian Wilson nunca ha versionado este tema de George Gershwin, pero si echamos un vistazo a la Wikipedia es interesante descubrir el enorme impacto que le supuso a Brian Wilson escuchar, ¡a la edad de 2 años!, Rhapsody in Blue de ¿adivinais? George Gershwin.
- Y venga, vamos con el último paralelismo. En el segundo episodio de Fringe, The Same Old Story, Walter no puede dormir porque echa de menos una canción que canturreaba un compañero de psiquiátrico todas las noches. Al final del episodio, Peter toma la decisión de cantarle esta canción a su padre para que pueda dormir. Lo curioso del asunto es que se trata de lo que en estados unidos se conoce como una "children's song", es decir, una canción infantil. Y seguramente cualquier fan de Brian Wilson esté pensando ya en Song for Children y su continuación inmediata Child is Father of the Man. Lo interesante ya no es solo ese interés tanto de Walter como de Brian por estas canciones infantiles, sino que en Child is Father of the Man padre e hijo se intercambian los papeles, y el niño es el padre del hombre como repite la canción una y otra vez. Exactamente como al final de este episodio donde es Peter quién ejerce de padre y Walter de hijo. Una temática que estará presente en casi toda la serie.
Por cierto, no he mencionado que la children's song que tanto gusta a Walter Bishop y que tanto necesita para dormir es Row Row Row your Boat. Lo que no dejaría de ser un dato anecdótico si no fuese porque... Brian Wilson suele canturrearla junto al público en algún momento de casi todos sus conciertos...
Y dicho esto, no se tomen muy en serio nada de esto o acabarán creyendo también cualquier teoría conspiratoria que lean por ahí. Aprovechen, mejor, para echarle un vistazo a Fringe si no la han visto o para escuchar algo de la obra de Brian wilson. Y, eso sí, no olviden que nunca está de más conocerse bien el Good Vibrations. Nunca se sabe cuando lo van a poder necesitar...
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Tres pequeños misterios tecnológicos
Tres pequeñas dudas para asegurarme una entrada en agosto:
1. ¿Por qué la gente se compra reproductores mp3 carísimos (iPods a ser posible, claro), con capacidades de almacenamiento que la inmesa mayoría de los mortales no usan, para luego escuchar la música... con los cutrísimos auriculares que te vienen por defecto? ¿Qué sentido tiene pagar un dineral por un reproductor que ofrezca una buena calidad de sonido si luego esta no se aprovecha al recurrir a unos auriculares de una calidad bastante similar a la de los que te venden en un Alsa a un euro?
2. ¿Por qué la gente se compra cámaras de fotos digitales de una salvajada de megapíxeles (sin valorar ninguna otra característica, por supuesto) si luego comparten las fotos a través de la calidad paupérrima que ofrecen las redes sociales, pantallas de teléfonos móviles, etc... ?
y 3. ¿Por qué la gente se compra televisores HD de tamaños descomunales si luego lo que ven a través de estos es la tele normal y corriente (que posiblemente verán peor que antes) y películas bajadas de internet a una calidad ridículamente ínfima (y que también verán peor que en sus viejos televisores)?
Venga, una última relacionada con la anterior. ¿Cuando aprenderá la gente a utilizar los televisores panorámicos? Es decir, entiendo que dado que los canales de televisión siguen emitiendo en formato 4:3 nos veamos obligados a ver las imágenes "estiradas lateralmente" y que las personas parezcan haberse desayunado un par de chuletones junto al café para que ocupen toda la pantalla. Pero por favor, cambien el formato del televisor a 16:9 cuando vean por TV una película en formato panóramico, que cada vez que veo a alguien viendo un par de franjas negras horizontales absolutamente descomunales y gigantescas (cuando con su nuevo y flamente televisor lo lógico sería reducirlas) me dan ganas de robarle el televisor al muy borrico y llevárselo a alguien que sepa utilizar algo tan "complejo" como una tele.
PD: Soy consciente de que esto estaría mucho mejor como microblogging que en el blog, pero así saco el tema y aprovecho para contarles que he reactivado mi Twitter y que pueden leerlo en la columna de la derecha, sobre el bloque dedicado a los últimos comentarios. O incluso pueden seguirme y todo si tienen Twitter. Ustedes sabrán lo que se hacen.
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